Ésta obra captura al Pato Donald en su esencia más pura, un ser atrapado entre la ira y la desbordante energía de un mundo que no deja espacio para la calma. Donald siempre está enfadado, su rostro, cargado de emociones intensas, se superpone con un fondo de graffitis y caos que remite al estilo de Basquiat con letras dispersas, frases incompletas y símbolos que expresan la lucha interna y la algeria superficial que enfrenta dia a dia.
Los personajes de Keith Haring bailan y se entrelazan en el fondo, como una representación de los conflictos internos del personaje. Son figuras simples pero llenas de movimiento, reflejando la constante lucha que enfrenta en su mundo agitado. La palabra “Grrrrrr”, es la frustración de un personaje que aunque esté rodeado de caos, no puede evitar sentirse atrapado en su propia burbuja de irritación.
La obra invita a reflexionar sobre cómo las emociones, como la ira, se intensifican en un mundo agitado, como si todo estuviera diseñado para amplificar nuestros sentimientos. A pesar de su actitud irritada, el Pato Donald sigue siendo un símbolo de perseverancia, luchando contra las circunstancias de la vida.